Entrevistaal escritor Juanma Chavez

 

                                                                                   Juanma Chavez


Miguel Esteban--- ¿Podría usted contarnos un poco de su vida y actividad literaria?

Juanma Chavez----Mi vida puede resumirse desde una frontera: la que significó el cambio de mi carrera profesional.

Crecí imaginando que sería ingeniero y llegó un día en que, luego de mucha confrontación interna, dejé los estudios de

ingeniería para dedicarme a la literatura. A partir de ahí, mi actividad literaria comenzó con un cuento y una novela; de

aquello ya han pasado quince años y la publicación de una docena de libros en Perú, en Argentina, en Italia y en España.

Miguel Esteban--- ¿Cuáles fueron los primeros autores que le influyeron?

Juanma Chavez----Latinoamericano como soy, supongo que fueron Jorge Luis Borges, durante una etapa, y Gabriel

García Márquez, en otra. Que esto suene a cliché no implica que sea falso, sucede que la voz de ambos es tan singular,

siendo tan distintas, que es complicadísimo rehuir al influjo de tanta potencia literaria cuando uno recién empieza a

construir su narrativa. Espero, con total franqueza y ningún desdén, que las dos etapas formativas estén largamente

superadas.

Miguel Esteban---- ¿Cómo definiría sus novelas?

Juanma Chavez----Hay un riesgo al intentar definir lo que uno hace en literatura: despojar a las novelas de su misterio,

con enmarcarlas en palabras explicativas; como si en vez de aprovechar la oportunidad de contemplar un paisaje de

frente, optáramos por verlo desde el ángulo estrecho de una ventana. En todo caso, diría que están impulsadas por un

inagotable deseo de exploración y de aventura artística.

Miguel Esteban--- ¿Cree que el escritor “evoluciona” en su escritura?

Juanma Chavez----Me gusta pensar que los seres humanos estamos determinados por el cambio, algunos por la férrea

resistencia a este cuando se avecina y otros por la búsqueda de nuevas oportunidades, escenarios, contextos... Yo valoro

el cambio, lo fomento en mi vida como una forma de recordarme el sentido de estar vivo; y eso pasa también con mi

escritura, que está conectada con una visión del mundo que anida en mí.

Miguel Esteban---- ¿Cómo ha cambiado su lenguaje a lo largo de los años?

Juanma Chavez----Ahora es menos pomposo y grave; sin perder el sentido de la musicalidad, lo siento más juguetón en

la actualidad. Si alguna vez sonó sinfónico, no me extrañaría que alguna vez tenga compás reguetonero. Igual, es

resultado de mis obsesiones con las palabras, a la hora de juntarlas; es mi inclinación a exprimirlas como si fueran

naranjas.

Miguel Esteban--- ¿Cómo siente que un escrito está terminado y cómo lo corrige?

Juanma Chavez----Ya lo decía Augusto Monterroso: “yo no escribo, yo corrijo”. Me pasa igual; más que terminar y

corregir, me da por enmendar para seguir.

Miguel Esteban---- ¿Cuál es el fin que le gustaría lograr con su novela?

Juanma Chavez----Que mis lectores y lectoras lleguen al final, con eso estoy satisfecho.

Miguel Esteban---- ¿Qué lugar ocupa, para un escritor como usted, las lecturas en vivo?

Juanma Chavez----Huyo de ellas, sobre todo por canalla. Si bien hay personas que magnifican el valor de su escritura al

ponerle su dicción, por lo general el resultado es declamatorio e impostado; me defrauda. Por otro lado, si tuviera que

pensar en un ideal que he disfrutado y hasta aprovechado, ese sería el del mexicano Juan Rulfo leyendo sus cuentos de El

llano en llamas. Escuchar una y otra vez “Talpa” en un disco, por ejemplo, me ayudó a encontrar la cadencia de las

frases con que armé el primer cuento que escribí profesionalmente; o sea, el impacto de una voz grabada determinó mi

comienzo literario.

Miguel Esteban---- ¿Qué opina de las nuevas formas de difusión de la palabra, ya sea en páginas de internet, foros

literarios cibernéticos, revistas virtuales, blogs, etc.?

Juanma Chavez----Qué rancio sonaría quejándome de la literatura que puebla la red; sobre todo qué cínico, porque estos

canales de difusión son rutas alternativas al imperio de la palabra impresa y el prestigio del libro convencional, cuando

yo creo en el valor de la diversificación de opciones. Ahora, que la calidad esté o no esté en unos u otros es motivo de un

debate extra; si la cuestión es sobre la difusión, pues siempre estaré en favor de que exista del modo más plural y

accesible posible. Esta entrevista la estoy respondiendo para un portal en línea y ahora mismo estoy trabajando un

proyecto de escritura que subo directamente a mi web; y es que, estas nuevas formas tienen, por encima de los defectos

que podríamos listar, las cualidades de la expansión territorial desde lo virtual, la inmediatez y la interacción... Han

llegado para mutar y crecer, pero siempre quedándose, ya instaladas en nuestras rutinas de exploración y lectura.

Miguel Esteban---- ¿Podría recomendarnos una novela de otro autor que le haya gustado mucho?

Juanma Chavez----O tres de Perú: en mi generación, la novela De noche andamos en círculos de Daniel Alarcón. Más

remotas: la novela breve En busca de Aladino de Oswaldo Reynoso y la novela extensa El mundo sin Xóchitl de Miguel

Gutiérrez. Y si nos damos la oportunidad de hablar de experimentos narrativos que pueden asombrar, agregaría la obra

conjunta que escribieron Alina Gadea, Daniel Soria, Rosa Carrasco, Martín Roldán, Miguel Ángel Vallejo, Miguel Ruiz,

Carolina Cisneros, Julia Wong, Ofelia Huamanchumo, Gabriel Rimachi, Pedro Novoa, Francisco Ángeles y Jennifer

Thorndike: el título es La novela limeña (2019).

Miguel Esteban--- ¿Qué libro está leyendo en la actualidad?

Juanma Chavez----Uno que me está leyendo a mí: Un momento de descanso de Antonio Orejudo. No tiene desperdicio.

Miguel Esteban--- ¿Qué consejos le daría a un joven escritor/escritora que se inicia en este camino de la literatura?

Juanma Chavez----Intentemos los consejos a partir de una idea del arqueólogo e historiador del arte Johann

Winckelmann. Él tuvo el empeño de mostrar, con todas las luces del siglo XVIII, que el arte es mucho más que la mera

expresión de la creatividad individual de alguien dedicado a pintar o a escribir o a esculpir...; es decir, que un cuadro o

una novela o un tallado es un resultado relativamente colectivo, aunque ejecutado por una sola persona que es el pintor,

el escritor, el escultor. Me gusta esta idea, al margen de que pueda no ser del todo acertada.

Sugiero que un novel poeta o una joven cuentista confíen en la visión del arte que plantea Winckelmann, pues esta les

servirá de ayuda para cuando comiencen y durante una primera etapa. Por un lado, así pueden pensar que no están solos

en su pasión, en sus apetitos literarios; que alrededor de sus páginas habrá lectorías (aunque sea una persona) y, antes,

habrá fuentes que inspiran el proyecto de escribir (por ejemplo: autores que van leyendo, gente con quien conversan, lo

que comparten). Por otro lado, tomar el arte como un resultado relativamente colectivo puede resguardar a cualquiera de

la fanfarronería de asumir que está inventando el mundo con sus primeros intentos.

Finalmente, cualquier persona que anhela dedicarse a esto podría preguntarse qué tipo de escritor o escritora desea ser

(pensar en tradición, en estilos, en propuestas; una manera de encontrar respuestas propias es revisando —con sentido

crítico— los grandes libros del abanico mundial). Esta base poliforma y cambiante, el tipo de escritor o escritora que se

desea ser, podrá convertirse en la mirilla para enfocarse en aquello que necesita para crecer.

Miguel Esteban--- ¿Cómo ve usted actualmente la industria editorial?

Juanma Chavez----Como la mayoría de las industrias: dedicadas al vértigo fabril de producir mucho con desmedro de la

calidad; parece que esa vieja frase de “menos es más” ha caído en el descrédito. (Ya no estamos hablando de la difusión

como arriba, sino de una cuestión manufactura; otra esfera). No quiero exagerar, a lo que me refiero es que hay tanta

oferta refrendada por la crítica y los premios que me viene costando encontrar lo importante o sustancial en medio de lo

banal; incluso, uno pierde la brújula de que lo pueda diferenciar a uno de otro, como extraviado por la niebla de la

hiperproducción en medio de catálogos editoriales y sus escalas para los precios de tapa. Entonces, ¿cómo la veo? Ni la

veo bien, de lo rápida que pasa, peligrosamente efímera.

Miguel Esteban---- ¿Qué libros ha publicado?

Juanma Chavez----Todos los que aparecen en esta pestaña de mi web: http://juanmanuelchavez.com/obras/ Confirmará

que son una inquieta docena.

Miguel Esteban--- ¿Cuál es la pregunta que le gustaría que le hubiera hecho y no se la he hecho?

Juanma Chavez----Esa me la callo, porque soy una persona de ilusiones: sé que algún día alguien intuirá cuál es y la

formulará lentamente, sabiendo que en ese instante la entrevista que me hace se está trasformando en clarividencia.

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