VICTOR CELEMIN
Víctor Celemín Santos nació en León. Es licenciado en literatura española y doctor en derecho. Vive en Oviedo, ciudad en la que trabaja de abogado. Ha sido colaborador del diario La Voz de Asturias y director de la revista La Venia. Ha publicado “Geografías y sonetos insensatos” (poesía), “El derecho en la literatura medieval” (ensayo), además de estudios y libros relacionados con su profesión
Miguel Esteban--- ¿Podría usted contarnos un poco de su vida y actividad literaria?
VICTOR CELEMIN-----Llevo toda mi vida escribiendo. He publicado seis libros. El primero en 1997. El último, de este año, se titula “En el amor la lluvia”, de Ediciones Camelot… creo que es el que más me gusta.
Miguel Esteban---¿Cuáles fueron sus primeras lecturas poéticas y qué autores le influyeron?
VICTOR CELEMIN-----Yo siempre me he servido de los clásicos (Horacio, Catulo, Meléndez Valdés, Valle Inclán…) por más que a veces no los entienda. Pero ya se sabe que en la vida la experiencia es un grado. Y eso es precisamente lo que les sobra a los clásicos.
Miguel Esteban--- ¿Cómo definiría a su poesía?
VICTOR CELEMIN-----En este momento estoy muy centrado en la sinceridad expresiva como forma de complicidad con quien lee.
Miguel Esteban---¿Cree que el poeta “evoluciona” en su escritura? ¿Cómo ha cambiado su lenguaje poético a lo largo de los años?
VICTOR CELEMIN-----Nada es ajeno al paso del tiempo, si siquiera la materia de los sentimientos que es la masa madre de la poesía. En términos expresivos, entre mi anterior libro de versos, “Geografías y Sonetos Insensatos”, y el que acabo de publicar ahora “En el amor la lluvia” creo que he ido indagando y avanzando en sinceridad, como te decía. Ahora me preocupa menos el artificio. Prefiero darme un poco de luz a mí, antes que deslumbrar a nadie.
Miguel Esteban--- ¿Cómo siente que un poema está terminado y cómo lo corrige?
VICTOR CELEMIN-----Pienso que el mester de poesía es esencialmente volver al texto y revolverlo. Aquí no existe la perfección como concepto. Un poema cambia cada vez que es leído, cuando es interpretado o recordado… así que por querencia su etapa de crecimiento tiene que venir acompañada de un trabajo de corrección importante. Y esto es así porque mientras el poema no desaparezca o muera, su vicio inconfesable es la perpetua reviviscencia, lo cual le exige evoluciones interminables, como el lenguaje al que sirve. Por otra parte, también es verdad que la relación física del poema con su autor debe terminar cuando se entrega en imprenta, y luego ya, como decían nuestros mayores, que sea lo que Dios quiera…
Miguel Esteban--- ¿Cuál es el fin que le gustaría lograr con su poética?
VICTOR CELEMIN-----No creo que dos libros de poesía, al menos los míos, den para tanto… En cualquier caso esa pregunta prefiero dejársela a los lectores.
Miguel Esteban----¿Qué lugar ocupa, para un poeta como usted, las lecturas en vivo?
VICTOR CELEMIN-----Una forma muy útil de divulgación... Aunque tal vez los poemas, sobre todo los más íntimos, es mejor que los lea quien no los escribió.
Miguel Esteban--- ¿Qué opina de las nuevas formas de difusión de la palabra, ya sea en páginas de Internet, foros literarios cibernéticos, revistas virtuales, blogs etc?
VICTOR CELEMIN-----Está claro que todo suma. Los amantes de la literatura, y en particular de la buena poesía hemos tenido que aguantar muchos productos masivos raros en los últimos años… Así que hay que dar la bienvenida a todo lo que sean nuevas fórmulas o plataformas que ayuden a divulgar la literatura de calidad.
Miguel Esteban--- ¿Podría recomendarnos un poema de otro autor que le haya gustado mucho?
VICTOR CELEMIN-----No sé cuál diría… Hay tantos… Ahora me viene a la memoria “El día que murió mi abuelo” de Xuan Bello.
Miguel Esteban--- ¿Qué libro está leyendo en la actualidad?
VICTOR CELEMIN-----“Trio de damas”, libro en el que participa mi amiga Carmen Nuevo, con otras escritoras asturianas.
Miguel Esteban--- ¿Qué consejos le daría a un joven escritor/escritora que se inicia en este camino de la poesía?
VICTOR CELEMIN-----A mí no me gusta demasiado dar consejos; prefiero que la gente haga lo que quiera con libertad. Pensando en uno que a mí me hubiese gustado recibir en su momento, tal vez diría que la cosa es insistir, si realmente quieres algo... Hay que entender que no hay oficio ni nada en la vida que se pueda lograr sin resistencia. De todas formas, esas cosas las va aprendiendo uno solo con el tiempo.
Miguel Esteban---¿Cómo ve usted actualmente la industria editorial?
VICTOR CELEMIN-----Fatal. La desprotección jurídica y económica de los autores, frente a las empresas editoriales es de absoluta vergüenza. A nadie en su sano juicio se le ocurriría derogar el Estatuto de los Trabajadores y sentar en plano de igualdad a una gran empresa con un trabajador a negociar sus condiciones. Pues eso exactamente nos pasa a los autores, mientras que el poder político y la Administración pasan olímpicamente del tema. Se tienen que establecer garantías y organismos supervisados por el Estado que aseguren la retribución e información a todos los autores por las obras que publican y que venden. Porque la industria del libro genera millones de euros, y la mayoría de escritores y de escritoras ven muy poco de todo ese gran circo creativo y comercial. Es mi opinión. He dicho.
Miguel Esteban--- ¿Qué libros ha publicado?
VICTOR CELEMIN-----He publicado un ensayo histórico, “El derecho en la literatura medieval”, un libro de relatos “El Expediente Altamirano”, dos de poesía “Geografías y sonetos insensatos” y mi último libro “En el amor la lluvia”; aparte de dos libros de investigación sobre temas de derecho.
Miguel Esteban--- ¿Cómo es tu vida día a día?
VICTOR CELEMIN-----Yo estoy pluriempleado, como casi todos los escritores, que tenemos que escribir con nocturnidad y luego de mañana dedicarnos a otra cosa… por eso para la mayoría de los artistas el tiempo es oro.
Miguel Esteban--- ¿Cuál es la pregunta que le gustaría que le hubiera hecho y no se la he hecho?
VICTOR CELEMIN-----Ninguna. Creo que ha sido una entrevista muy completa y respetuosa.
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