Entrevista al poeta Juan Calero

 



                        Juan Calero Rodríguez

Estudió Ingeniería Industrial, Delineación Mecánica y Delineación Arquitectónica. En literatura ha desarrollado los géneros de poesía y cuento, y en las artes plásticas, el dibujo y la pintura. Ha obtenido varios reconocimientos en diversos concursos literarios a nivel provincial, nacional e internacional en Cuba, Estados Unidos, España y Chile. Ha publicado los poemarios ‘Palabras del balsero’, 2007 (Editorial Alternativas, La Palma, España); ‘Pasajero sin oficio’, 2010 (Editorial Alternativas, La Palma, España); ‘Bajo los portales del Niágara’, 2013 (Editorial Voces de Hoy, Miami, Estados Unidos); ‘Los puentes que dejamos al pasar’, 2015 NACE, (Nueva Asociación de Escritores Canarios, Las Palmas de Gran Canaria). Ha sido incluido en más de una veintena de antologías y publicaciones compartidas en España, Estados Unidos, Argentina y Chile, y ha formado parte de jurados de ámbito internacional y regional. Preside la Agrupación Cultural ARTEnaciente de San Andrés y Sauces.

Miguel Esteban--- ¿Podría usted contarnos un poco de su vida y actividad literaria?

Juan Calero------Ante Todo, muy agradecido por esta invitación a ser entrevistado. Mi vida particular se resume a vivir como otro pasajero sin oficio, así es mi seudónimo y título de mi segundo libro. Soy cubano viviendo desde hace treinta años en Canarias, España. En cuanto a mi actividad literaria, tengo doce libros publicados de poesía, narrativa e investigación en Estados Unidos y España. Aparezco en más de cuarenta antologías publicadas en países por todo el continente americano y España. He presentado mi obra en Argentina, Chile, México, Estados Unidos, Cuba y España. Sin proponérmelo la temática en general gira sobre Cuba y Canarias y sus relaciones de emigración de ida y vuelta.

Miguel Esteban---- ¿Cuáles fueron los primeros autores/autoras que le influyeron?

Juan Calero------Comencé a leer desde muy niño, por lo tanto aquellos primeros libros en las bibliotecas eran infantiles. Entre los autores que me influyeron en la adolescencia, Franz Kafka a los doce años y José Martí a lo largo de mi vida. También vinieron otros que me marcaron como es la pléyade de poetas cubanos, Julio Cortazar, García Márquez, Lorca, Neruda, etc.

Miguel Esteban---- ¿Cómo definiría sus novelas?

Juan Calero------He iniciado tres novelas pero por mi forma abreviada de hablar y ver la vida, lo que me motiva es la poesía, cuentos y artículos para periódicos y revistas. Cuando me meto en un tema de investigación me convierto en un periodista.

Miguel Esteban---- ¿Cree que el escritor «evoluciona» en su escritura?

Juan Calero------Por supuesto, como en la vida misma, todos tuvimos infancia pero aprendimos a ser mayores, aunque llevemos lo de niño dentro.

Miguel Esteban----- ¿Cómo ha cambiado su lenguaje a lo largo de los años?

Juan Calero------Con la búsqueda y estudio de nuevos autores y perfeccionando el lenguaje. Los estudios en la escuela son la base, el arranque, la carrera de maratón la hacemos nosotros.

Miguel Esteban----¿Cómo siente que un escrito está terminado y cómo lo corrige?

Juan Calero------Debo confesar que nunca sé si un escrito está terminado hasta dejarlo madurar por tiempo y cuando lo leen otros a veces me digo “¿y eso lo escribí yo?”. Un poema nunca se termina, se deja, eso lo dijo alguien que no recuerdo ahora y es totalmente cierto.

Miguel Esteban----- ¿Cuál es el fin que le gustaría alcanzar con sus novelas?

Juan Calero------Con mis poemas y escritos que sean leídos y de buen provecho para el lector.

Miguel Esteban---- ¿Qué lugar ocupan, para un escritor como usted, las lecturas en vivo?

Juan Calero------Prefiero leer sobre el papel, en las lecturas en vivo influye la capacidad actoral del lector convertido en actor ante el público, en eso soy pésimo.

Miguel Esteban---- ¿Qué opina de las nuevas formas de difusión de la palabra, ya sea en páginas de Internet, foros literarios cibernéticos, revistas virtuales, blogs, etc.?

Juan Calero------Por una parte está bien, es una forma de divulgación y aprendizaje desde otros autores, por otra parte, abarata la calidad de la escritura, se masifica y cualquiera se convierte en escritor gracias a las redes sociales. En todos los periódicos buscan colaboradores gratuitos y uno por desarrollar un tema y se lo publiquen cae en el jamo.

Miguel Esteban---- ¿Podría recomendarnos una novela de otro autor que le haya gustado mucho?

Juan Calero------Son infinitas, ahora me viene a la mente “Tres tristes tigres” del cubano Guillermo Cabrea Infante, “Rayuela” del argentino Julio Cortázar, “Pedro Páramo”, del mexicano Juan Rulfo y “Las espiritistas de Telde” del canario Luis León Barreto.

Miguel Esteban---- ¿Qué libro está leyendo en la actualidad?

Juan Calero------Tengo varios en cola de espera mientras sin querer le doy prioridad a la poesía.

Miguel Esteban---- ¿Qué consejos le daría a un joven escritor/escritora que se inicia en este camino de la literatura?

Juan Calero------No todos los jóvenes escritores (as) tienen la capacidad de emprender una historia de novela y sea buena, lo primero es leer, leer mucho, escribirlo por supuesto y lo más importante, corregir y corregir, no cansarse de ello.

Miguel Esteban---- ¿Cómo ve usted actualmente la industria editorial?

Juan Calero------Con las editoriales pasa igual que en mi respuesta de la pregunta 9, cualquiera crea su propia empresa y publica sin detenerse en la corrección ni análisis de la calidad, esto ha abaratado la calidad de forma impresionante.

Miguel Esteban---- ¿Qué libros ha publicado?

Juan Calero------Como dije antes, tengo doce libros publicados entre poesía, narrativa e investigación, por ejemplo, “Palabras del balsero”, “Pasajero sin oficio”, “Debajo de los portales del Niágara”, “Los puentes que dejamos al pasar”, “Poetas cubanos en Canarias” o “Una selección con amor para Elena”.

Miguel Esteban---- ¿Cuál es la pregunta que le gustaría que le hubiese hecho?

Juan Calero------¿Se vive de la literatura? Por supuesto que no, es un vicio, una necesidad que enfrascarnos en unir palabras, pero nunca una forma de vida si no lo compaginamos con otras labores de subsistencia.









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