Francisco
Álvarez
(Xixón,
1970) es periodista, traductor literario y escritor.
De
entre su obra, tanto en castellano como en asturiano, destacan el
volumen de cuentos En
poques pallabres (Trabe,
1998) y los títulos de divulgación histórica Rumbo
a la Historia. Navíos emblemáticos de todos los tiempos(Seronda,
2011) y La
tierra de la libertad. Crónica de los derechos humanos y civiles en
el mundo (Seronda,
2012).
Ha
traducido del italiano al castellano las novelas Lobos
frente al mar, de
Carlo Mazza (Seronda, 2013), Memoria
del vacío,de
Marcello Fois (Hoja de Lata, 2014), Premio al Mejor Libro Italiano
publicado en España ese año, Choque
de civilizaciones por un ascensor en Piazza Vittorio,
de
Amara Lakhous (Hoja de Lata, 2016), y Estirpe,
de
Marcello Fois (Hoja de Lata, 2016).
Con
Lluvia
d’agostu,
su
primera novela, ganó el Premio Xosefa Xovellanos de novela en 2015,
el principal galardón de las letras asturianas.
Miguel
Esteban--¿Podría usted contarnos un poco de su vida y actividad
literaria?
Francisco
Álvarez----Desemboqué en la literatura desde el periodismo, que
es mi principal oficio desde hace casi treinta años. Publiqué mis
tres primeros libros, en asturiano, en el periodo de entre siglos y
luego pasaron unos cuantos años antes de que volviera a escribir. En
los últimos seis años también he traducido al español media
docena de novelas de autores italianos. La traducción literaria me
ha ayudado y me ayuda muchísimo para intentar seguir creciendo y
mejorando como autor.
Miguel
Esteban-- ¿Cuáles fueron sus primeros autores que le influyeron?
Francisco
Álvarez----No sé si me influyeron a la hora de escribir, pero
de mi adolescencia recuerdo dos libros concretos de autores clásicos
que, al menos como lector, me marcaron: ‘Un drama en el Océano
Pacífico’, de Emilio Salgari, y ‘El camino de Varennes’, de
Alejandro Dumas padre.
Miguel
Esteban-- ¿Cómo definiría a sus novelas?
Francisco
Álvarez----Novela sólo he publicado una, hasta el momento. No
sé si sería capaz de encontrar una definición genérica para mi
narrativa, incluyendo los relatos y microrrelatos. Me gustan mucho
los relatos históricos, protagonizados por personajes reales o
imaginarios, y ambientados en escenarios pocas veces cercanos, porque
me ofrecen la posibilidad de crear o recrear lugares y figuras de
otras épocas y de otras latitudes. La literatura también es una
forma de escapismo, pienso.
Miguel
Esteban-- ¿Cree que el escritor “evoluciona” en su escritura?
Francisco
Álvarez----Si no evoluciona, no merece ser llamado
escritor. Lo lógico, lo normal, es que no deje de evolucionar nunca
y ese proceso de maduración implica en muchos casos renegar, o
avergonzarse directamente, de algunas de las cosas que escribió en
el pasado. A mí me pasa bastante, me gustaría hacer desaparecer de
un plumazo alguno de los libros que he escrito, porque hoy en día me
parecen infumables.
Miguel
Esteban-- ¿Cómo ha cambiado su lenguaje a lo largo de los años?
Francisco
Álvarez----Esa frase de “Somos lo que comemos”, que se
atribuye al filósofo alemán Ludwig Feurbach, puede adaptarse
también a la literatura: en buena medida, somos lo que leemos.
Nuestras experiencias vitales nos condicionan, consciente o
inconscientemente, a la hora de afrontar temas y argumentos
literarios, y de igual modo nuestras lecturas nos condicionan a la
hora de manejar el lenguaje. En ese sentido, quiero creer que mi
lenguaje ha cambiado para mejor, que dispongo de más herramientas
para escribir gracias a esas lecturas y a esos autores y autoras,
mucho mejores que yo, que he tenido la posibilidad de leer y, en
algunos casos, de traducir.
Miguel
Esteban-- ¿Cómo siente que un escrito está terminado y cómo lo
corrige?
Francisco
Álvarez----Yo nunca tengo esa sensación de haber
terminado definitivamente. Con cada relectura me apetece hacer
cambios, ajustes: darle más intensidad a una descripción, más
profundidad psicológica a un personaje, afinar términos… Pero
llega un momento en el que hay que decir basta, porque los plazos de
escritura son los que son y porque mentalmente lo más saludable es
pasar página. Después, una vez publicado, me da bastante miedo
volver a leerme, porque una vez que está impreso ya no hay marcha
atrás en los errores que hayas cometido.
Miguel
Esteban-- ¿Cuál es el fin que le gustaría lograr con su novela?
Francisco
Álvarez----Yo creo que quienes escribimos somos, en el
fondo, pequeños traficantes de sentimientos. En eso consiste la
literatura, en llevar al lector o a la lectora tan lejos como sea
posible en el terreno de los sentidos y de los sentimientos;
conseguir que odie, que ame, que comprenda o que compadezca a un
personaje, lograr que perciba el olor, el sonido, el color, el sabor
o el tacto de lo que tú estás describiendo en tu obra.
Miguel
Esteban-- ¿Qué lugar ocupa, para un escritor como usted, las
lecturas en vivo?
Francisco
Álvarez----Pues lo cierto es que sólo he leído en vivo
alguno de mis microcuentos. La última vez, invitado por la
Asociación de Vecinos Evaristo San Miguel, del polígono de Pumarín,
en Xixón. Ese tipo de experiencias y los encuentros con la gente de
clubes de lectura y de talleres literarios son una de las cosas más
hermosas que conlleva el hecho de escribir.
Miguel
Esteban-- ¿Qué opina de las nuevas formas de difusión de la
palabra, ya sea en páginas de Internet, foros literarios
cibernéticos, revistas virtuales, blogs, etcétera?
Francisco
Álvarez----Hubo agoreros a los que les faltó tiempo para
vaticinar la muerte del libro en papel con la llegada de esos nuevos
soportes para la literatura, pero el libro impreso sigue y seguirá
vivo. Mi novela ‘Lluvia de agosto’ fue publicada en papel por
Hoja de Lata y hace unos meses también en audiolibro por la
plataforma sueca Storytel, y a mí me parece estupendo, porque ese
nuevo soporte permite llegar a nuevos lectores; lectores oyentes, en
este caso, pero lectores a fin de cuentas. La literatura impresa y la
que se difunde a través de dispositivos electrónicos pueden
convivir con total armonía.
Miguel
Esteban--¿Podría recomendarnos una novela de otro autor que le haya
gustado mucho?
Francisco
Álvarez----La trilogía de los Chironi, del escritor sardo
Marcello Fois. Son las novelas ‘Estirpe’, ‘El tiempo de en
medio’ y ‘Luz perfecta’, y tengo la suerte de haberlas
traducido del italiano al castellano para la editorial gijonesa Hoja
de Lata. Son historias intensas y conmovedoras, magistralmente
escritas.
Miguel
Esteban-- ¿Qué libro está leyendo en la actualidad?
‘Francisco
Álvarez----·'El hombre que amaba los perros’, de Leonardo
Padura.
Miguel
Esteban-- ¿Qué consejos le daría a un joven escritor/escritora que
se inicia en este camino de la literatura?
Francisco
Álvarez----Más que darle un consejo, le haría una confidencia:
las musas no existen, que nadie les cuente milongas. Lo fundamental
para ser escritora o escritor es tener algo que contar, y si ese algo
no surge de forma espontánea habrá que salir a buscarlo. La vida,
el mundo está lleno de historias espantosas o maravillosas, épicas
o cotidianas, indignantes o reconfortantes… Historias que muchas
veces tienen la grandeza de las cosas pequeñas. Lo importante es
entrenar el olfato, el instinto, para dar con ellas y la necesaria
capacidad de aprendizaje para escribir, para poder contarlas.
Miguel
Esteban-- ¿Cómo ve usted actualmente la industria editorial?
Francisco
Álvarez----En España hay cerca de un millar de sellos
editoriales, lo cual garantiza en buena medida la pluralidad y la
bibliodiversidad. Muchas de ellas son editoriales independientes,
pequeñas o medianas, y esas son las que valientes y las más audaces
a la hora de buscar voces y temáticas diferentes, innovadoras,
rupturistas también. Las multinacionales del libro son otra cosa, en
muchas de ellas el único objetivo es hacer negocio.
Miguel
Esteban--¿Qué libros ha publicado?
Francisco
Álvarez---- ‘Patiu de prisión’ (VTP, 1998), ‘En
poques pallabres’ (Trabe, 1998), ‘Dixebra. Cróniques d’un
pueblu’ (L’Aguañaz, 2003), ‘Historia de cinco goles. El
Mundial de El Guaje’ (La Cruz de Grado, 2010), ‘Rumbo a la
Historia. Navíos emblemáticos de todos los tiempos’ (Seronda,
2011), ‘La tierra de la libertad. Crónica de los derechos humanos
y civiles en el mundo’ (Seronda, 2012), ‘Un país llamáu
Dixebra. La historia y les lletres de la banda decana del rock
n’asturianu’ (Seronda, 2012), ‘Lluvia d’agostu’ (Hoja de
Lata, 2016) y ‘Lluvia de agosto’ (Hoja de lata, 2017).
Miguel
Esteban--¿Cuál es la pregunta que le gustaría que le hubiera hecho
y no se la he hecho?
Francisco
Álvarez----Quizás esa pregunta típica de si estoy preparando
algún libro en estos momentos. Ya puestos, si me permites la pequeña
cuña publicitaria, estoy rematando un libro de cuentos en asturiano,
‘Pasaxeres de la nueche’, que publicaré con Hoja de Lata esta
primavera.
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